En referencia a la doctrina de
la CEE sobre la investigación con células madre embrionarias, Mons. Martínez
Camino, en una reciente intervención habló, haciendo referencia a la
instrucción pastoral publicada en el año 2006. “El punto clave está en el
respeto a la vida humana en cualquier fase de su existencia”, porque “no se
puede comerciar con la vida humana. Esto es un principio básico de la
civilización occidental, la vida humana es indivisible. Vale lo mismo un ser
humano de días que de 90 años”.
De esta manera, reiteró que la
Iglesia “no se opone a la investigación científica sino al abuso de la dignidad
humana en cualquier aspecto, concretamente al derecho a la vida”. “Si hay que
destruir a un ser humano de un día o dos o tres es inaceptable, sea con la
finalidad que sea. Un ser humano inocente es un imperativo moral absoluto, y
hay que respetar su vida, porque el fin no justifica los medios”.
Cabe distinguir en que hay
células que no implican la destrucción de vidas humanas, y no hay nada que lo
prohíba investigar con ellas, por eso se puede defender que se investigue con
éstas, pues “nunca se puede hacer a costa de la dignidad del ser humano ni a
costa de la ética”.
Enric
Barrull Casals
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