“Silencio mediático”, así comienza
Eulogio López su artículo arriba indicado. Pues si Eulogio, llevas toda la
razón, he querido saber más y en Google tan solo Religión en Libertad se hace
eco de una entrevista que le hacen a su marido a los pocos días de su
fallecimiento en La Gaceta. Qué pena no comentar lo que verdaderamente es un
testimonio estremecedor, lo que hace grande a la persona que da su vida por la
de su hija y por amor a Dios. Dicen que callar el sufrimiento de los demás es
cobardía. No quiero pensar eso, y además Bárbara era una colega de los medios,
porque Bárbara era periodista todavía con más motivo, ¿creo que hablar
oportunamente es acierto? ¿Por qué no se ha hecho homenaje a esta madre coraje?
Ignacio Cabezas, su marido, comenta
que el “15 de julio de 2010 el diagnóstico médico
cayó sobre ellos como una losa. “Bárbara
llevaba un tiempo quejándose de una llaga en la boca. Por fin fue al dentista, que
nos mandó al maxilofacial. Allí le dijeron que no tenía muy buena pinta”.
Era necesario hacer pruebas, iniciar tratamientos... y todo ponía en peligro a
Barbarita, la niña que venía en camino. “Mi mujer dijo desde el principio que nuestra hija nacería el día que Dios quisiera, ni
uno antes”. Solo se le pudo practicar una pequeña intervención
en la lengua que le provocó, además, “dolores que ni siquiera imaginaba que
existían”. Sigue contando Ignacio que Bárbara y él intuían ya que su historia, su sufrimiento, serviría para dar testimonio,
para hacer ver a los demás la fuerza que da el amor de Dios. Rezaban mañana y
noche y soñaban con el final del desierto de sufrimiento. Pero juntos”.
Bárbara Castro García
murió el 4 de julio en Córdoba. Estoy segura que su testimonio –aunque por el
momento lo hayan silenciado- llegará a los confines de la tierra. ¡Descansa en
paz madre cristiana y valiente!
Rita Villena
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