El sindicato de los funcionarios,
CSI-F, que lidera Miguel Borra, se desmarcó de la huelga general convocada por
UGT y CCOO. Sus razones son tan simples como contundentes: es un paro
político que no secundan por responsabilidad ante la situación económica y
social de España y porque el Ejecutivo ha mostrado voluntad de diálogo. “CSI-F
no está para quitar ni para poner Gobierno”. Es un planteamiento serio que
deja aún más en evidencia la deslealtad de esa izquierda sindical que se rige
por intereses que no son los de los trabajadores ni los del país.
Cordialmente
Xus
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