para recuperar la confianza
del electorado que perdió el pasado año. Pero a pesar de su debilidad, lo que
ahora se espera del PSOE es no solo un cambio, acaso necesario de liderazgo,
sino de estrategia política porque lo que se cierne sobre España supera con
creces la crisis económica con el reto separatista que se perfila tanto en el
País Vasco como en Cataluña. Si es cierto que las derrotas suelen devolver la
sensatez a los derrotados, lo que ahora se espera del PSOE es que se levante
con los ojos muy abiertos a la realidad, desmonte su inútil estrategia de
demolición del Gobierno y recupere el espíritu de la transición para afrontar,
junto al Partido Popular, los desafíos al Estado de Derecho que están a la
vuelta de la esquina.
Suso
do Madrid
SP das
Viñas
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