El déficit final de España en
2011 se elevó al 9,4% del PIB, es decir, 3,4% más del objetivo al que se había
comprometido el Gobierno socialista ante Bruselas, cosa que supone unos 35.000
millones de euros más. La diferencia es tan abismal que pone en evidencia los
intentos de ocultación de Elena Salgado y de Rubalcaba. Pero no sólo eso. Si
Rajoy se ha visto obligado a tomar decisiones no previstas en su programa
electoral, como le acusan los sindicatos, ha sido precisamente porque la
herencia del PSOE es mucho más ruinosa de lo que afirmaban sus dirigentes.
¿Exigirán responsabilidades UGT y CC OO o, como ya llevan años haciéndolo, se
callarán?
José
Morales Martín
Palafrugell
(Girona)
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