Clase de Religión en la
escuela
El secretario general y
portavoz de la Conferencia Episcopal Española, en una entrevista concedida a
partir de la última Permanente de la CEE, se pronunció sobre el anteproyecto de
ley de educación y comentó que “está en fase de diálogo”. A su juicio, uno de
los temas fundamentales que hay que tratar es “la enseñanza de la Religión
católica en la escuela”, que ha de aparecer “con las mismas condiciones de
libertad para los alumnos y equiparable a las fundamentales”. Según afirmó,
“hay que buscar una fórmula para que sea así” y reconoció que es un asunto que
les mantiene “preocupados”.
Jesús Martínez
Madrid
No podrán prohibir las
trasfusiones de sangre a sus hijos
La Fiscalía General del Estado
ha hecho llegar un documento a todos los fiscales en la que se argumenta que
los Testigos de Jehová no podrán negarse a que sus hijos menores de edad puedan
recibir transfusiones de sangre en situaciones de extrema urgencia por
peligrosidad de su vida. El médico en estos casos podrá intervenir sin tener
que acudir al juez.
Una decisión acertada del
Ministerio Fiscal que pone en primer término un derecho natural que se
encuentra en una dimensión distinta al ámbito de la ley jurídica y de la
tradición, el derecho a la salud, a la vida. Debemos preservar este bien
supremo por encima de cualquier otro, y que los jueces, como así lo han
establecido, pongan los medios jurídicos a su alcance para llegar a este fin,
porque la salud debería ser lo primero tanto para los médicos como para las
familias lo que sorprende es que una sociedad no permita que los padres
nieguen la transfusión y, en cambio, permita impunemente que puedan matar a los
hijos antes de nacer, especialmente si puede tener alguna tara.
Cordialmente
Xus
Xus D
Madrid
“Capacidad para integrar la
diversidad que la configura”
Ante la polémica que algunos
han levantado a raíz de unas afirmaciones de un obispo auxiliar cabe tener en
cuenta que: Los obispos catalanes recuerdan que ninguna de las fuerzas
políticas con presencia parlamentaria que se presentan a las elecciones
autonómicas catalanas parece tener nada pensado para defender la vida del ser
humano “desde la concepción hasta la muerte natural”. Pero ese es el primer
criterio social que enumeran los obispos catalanes en su nota con motivo de
estas elecciones. El segundo es “la democracia, el diálogo y la voluntad de
acuerdo, como formas de resolución de conflictos”.
El tercero es el “bien
común como objetivo prioritario”. Algo que enlaza con el documento de la
Conferencia Episcopal “Ante la crisis, solidaridad” que se presentó hace unos
días, y que prevenía contra los que buscan “intereses políticos particulares”
alimentando el malestar, en vez de trabajar por el bien común.
Después se enumeran otros
principios: “la justicia distributiva y la justicia social para regular la
economía de mercado”; “la atención solidaria a los más vulnerables; la defensa
de los derechos de las personas y de los pueblos, y el respeto a las minorías”,
“el rechazo de toda actitud dirigida a atizar la división social o la
violencia”; “la promoción de la paz y la fraternidad entre los hombres y los
pueblos”.
La nota habla del “deber” de
votar y, más abajo, del “deber de participar” en estas elecciones… aunque
ninguna de las fuerzas políticas con representación cumple los mínimos que
exige la doctrina católica. Parece claro que esto es lo que piensan los obispos
catalanes y no lo que algunos quieren que digan.
Jesús Domingo Martínez
Para alguna cosa está la
Constitución
En su deriva independentista,
Artur Mas dio un paso más para caldear su discurso electoralista. Recalcó el
presidente de la Generalitat que “nadie puede usar las armas” para frenar “el
proceso hacia la libertad de Cataluña”. Frases tan vacías como su autoridad a
la hora de convocar un referéndum. Él sabe que las mejores armas de que
dispone España son la Constitución y las leyes que emanan de ella. Más que
suficientes para poner freno a su irresponsable desafío. Visto lo visto, ahora
la amenaza es la internacionalización del conflicto empezando por reunir a los
cónsules. ¿Hasta donde quiere llegar? No lo sabemos, no obstante, el tiempo
dirá.
Pedro J. Piqueras Ibáñez
Dos ejemplos de vida y de
saber
El Papa proclamó el pasado
domingo, día 7 de octubre, Doctor de la Iglesia al español San Juan de Ávila
junto a la alemana santa Hildegarda de Bingen durante la Celebración
Eucarística de apertura del Sínodo de los Obispos de la Nueva Evangelización y
destacó en sus palabras que San Juan de Ávila que vivió en el siglo XVI fue un
“profundo conocedor de las Sagradas Escrituras, estaba dotado de un ardiente espíritu
misionero”.
El Pontífice remarcó que San
Juan de Ávila “supo penetrar con singular profundidad en los misterios de la
redención obrada por Cristo para la humanidad” al ser “hombre de Dios, unía la
oración constante con la acción apostólica” y añadió que el nuevo doctor de la
Iglesia española “se dedicó a la predicación y al incremento de la práctica de
los sacramentos, concentrando sus esfuerzos en mejorar la formación de los
candidatos al sacerdocio, de los religiosos y los laicos, con vistas a una
fecunda reforma de la Iglesia”. Sin duda se trata de un aspecto de rabiosa
actualidad
Jesús Martínez
Madrid
Sr. Director: Le agradecería
la publicación de mi carta.
Agradecida,.
le saluda atentamente,
Josefa
Romo Garlito
Valladolid
Primeros santos del
"Año de la Fe"
En el
"Año de la Fe" y coincidiendo con el Día del Domund ( 21-X) ),
Benedicto XVI ha proclamado santos a tres laicos y a cuatro religiosos: a la
catalana Carmen Sallés, fundadora de las
Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza
que
dedicó su vida a la promoción cultural de la mujer española desde el Siglo XIX,
cuando no estaba permitido su ingreso en la Universidad ni estudiar
Bachillerato; a
la monja alemana María Anna Cope (1838-1918), un "ejemplo luminoso
y enérgico" de caridad con los leprosos; al jesuita francés P. Jacques
Berthieu (1838-1896), mártir y enamorado del Corazón de Jesús, que
luchó contra la injusticia en Madagascar, en donde le querían como padre
y madre, especialmente los pobres y los enfermos; al P. Giovanni
Battista Piamarta (1841-1913), que promovió la formación laboral de jóvenes
italianos durante la revolución industrial del XIX; a Catalina Tekakwitha
(1656-1680), joven amerindia que se santificó sin otra ayuda que la
gracia; a la alemana Anna Schäffer (1882-1925), que, por invalidez
sobrevenida, no pudo ser misionera, pero edificaba a muchos con su
paz y ofrecía sus dolores desde la cama; al joven catequista Pedro Calungsod
(s. XVII), mártir de Filipinas. Con su aceptación del Amor de Dios y su
ardiente caridad operativa, todos ellos muestran el verdadero rostro de la
Iglesia.
Josefa Romo Garlito
Un Doctor para la nueva
evangelización
Desde el día 7 se celebra en
Roma el Sínodo de los obispos sobre la nueva evangelización, pórtico del Año de
la Fe que inaugurará el Papa este jueves, 50 aniversario del Concilio Vaticano
II. El Concilio, ha explicado Benedicto XVI, se proponía renovar la fe de la
Iglesia, la fe de cada creyente, para llevar a Dios a todos los ámbitos de la
vida social. Ése es el propósito del Año de la Fe. No va a ser fácil.
Particularmente en Europa, muchos han dado la espalda a Dios. Pero la situación
no era más sencilla en el siglo XVI, en un contexto de grave crisis en la
Iglesia y con el trauma de la ruptura protestante. San Juan de Ávila tuvo clara
la respuesta: volver a Dios.
También recordamos al nuevo
Doctor de la Iglesia como el maestro de santos que marcó a santa Teresa, a san
Ignacio de Loyola o a san Juan de Dios. Pero tanto o más decisiva fue su labor
de evangelizador del pueblo, con su insistencia en que la santidad es la
vocación de todos, y no de unos pocos elegidos. Cinco siglos después, el Papa
no se cansa de repetir lo mismo: que la Iglesia necesita santos, testigos de
Cristo, no reformas externas. Y eso es justamente la nueva evangelización: un
llamamiento a la conversión, a la santidad, que lleve a testimoniar ante el mundo
la alegría de la fe.
JD Mez
Madrid
¿Para qué otra huelga
general?
Nadie duda, y menos aún los
convocantes, que la huelga general convocada para el día 14, coincidiendo con
huelga general en países como Grecia, Portugal, Malta,... se trata de una
huelga netamente política. No se piensa en mejorar las condiciones laborales de
los trabajadores en esta o aquella empresa, se utiliza lo que debiera ser el
último recurso, para cuestionar desde la calle la política de reformas del
Gobierno de Mariano Rajoy, que goza de amplísimo respaldo en las Cortes. En una
situación como la presente no se trata de exigir el cierre de filas
incondicional en torno al Gobierno, pero sí se puede esperar responsabilidad y
respeto a las reglas del juego democrático, tanto a los sindicatos como a los
partidos de oposición. Digo yo.
José
Morales Martín
Palafrugell
(Girona)
Patética
Sr. Director
Me ha parecido patético el
respaldo de la Ceapa a la huelga de alumnos. Y es que la Confederación Española
de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) consumó con su respaldo a
la huelga de los estudiantes un despropósito contra sus hijos y la enseñanza
pública. Estos padres han alentado un modelo fallido que multiplicó el fracaso
escolar, estos mismos días nos ha llegado el mal dato “España es el país de
Europa con mayor abandono estudiantil” “La UNESCO sitúa a España a la cabeza de
Europa en abandono escolar y desempleo juvenil” decía un titular de prensa.
España no resiste hoy comparativa alguna con los países de su entorno.
Complicidades, tal vez motivadas por cuestiones ideológicas, como las de Ceapa
conllevarían hipotecar el futuro de generaciones con formación insuficiente
condenadas a competir en tiempos de exigencia. Por eso, el Gobierno debe
perseverar en una reforma ineludible.
Jesús Martínez
Madrid
Sr.
Director: Le escribo este relato por si es de su interés publicar en su
periódico.
Agradezco
anticipadamente su atención,
Antonio
Rosales
Riquezas
y ostentación
Por la
Plaza van caminando, despacio, paseando, el abuelo y el nieto. Saboreando
aquella belleza sublime, fuera del tiempo y del lugar. Magníficas torres,
inscripciones, ornatos y dibujos se mezclaban en perfecta armonía, resaltando
el conjunto.
Abuelo,
que magnificencia, que maravillas, cuanto arte…
Sí, el
hombre sabe también crear, o mejor, complementar la obra divina…
Todo
esto es para recrearnos, para disfrutar…
Sí, pero
hay que saberlo apreciar, pues para muchos todo esto es el gasto inútil de unos
fantasiosos…
Abuelo,
si hay algún pero, este sería la desorbitada riqueza, y hay mucha hambre en el
mundo…
¿Te
refieres al problema social?
Sí, creo
que no está en el orden cristiano tanta riqueza. Cristo pregonó la pobreza…
Atacó duramente a los ricos… No comprendo…
Todo lo
que expones ya se ha dicho anteriormente. Pero antes de meternos en discutir el
problema de las riquezas de la Iglesia y el hambre en el mundo, te aclararé eso
que has dicho del “ataque” de Cristo a los ricos. Siempre hemos de considerar a
los hombres, ricos o pobres, como hijos de Dios. Dios condena el “mal” uso de
las riquezas, no a las riquezas en sí y mucho menos al hombre “rico”.
Concretamente la Iglesia acoge a todos, ricos o pobres, dedicando, como madre
que es, su mayor atención al que más lo necesita, sin descuidar al otro. La
Iglesia atiende al necesitado con preferencia, pero nunca en exclusividad y
mucho menos de forma excluyente.
Es
decir, o al menos así lo entiendo, que los bienes tienen la bondad o maldad que
se les quiera dar.
Exacto,
como todo. Así mismo la pobreza evangélica no es carecer, sino desprenderse de
los bienes, no “apegarse”. Un “rico” puede vivir “pobre”, austeramente y un
pobre vivir “fastuosamente”.
Para
estudiar el problema que nos hemos planteado será necesario circunscribirlo
adecuadamente. Que son los bienes y que es el hambre, o que son las necesidades
vitales del hombre.
Los
bienes, como sabes se dividen en fungibles y no fungibles, es decir que su
destino es su destrucción por el consumo o su permanencia, a pesar de su
consumo. Has de notar, que cuanto menor sea su duración, más necesario y
urgente es su necesidad. El alimento, tiene menor duración que el vestido, pero
es más necesario.
Después
tenemos los bienes no fungibles, en los que podemos catalogar las obras de
arte. ¿Cuál es el fin de una obra de arte? Sin lugar a dudas, su consumo. ¿Y
cual es su consumo? El disfrute de ello, de su belleza, como la de los otros
bienes es su utilidad. Las Meninas, en el Prado están cumpliendo el ciclo
económico que se les da a las obras de arte, su consumo. Y este consumo es la
contemplación de su belleza por el pueblo. Atención a este concepto. Cumple su
objetivo “social”.
Y ya
tenemos una solución al problema “social” de la riqueza, la de un bien muy
especial. Ningún científico, economista, sociólogo, moralista, ni siquiera los
políticos toman como solución al problema social, al de la falta de recursos de
la sociedad, enajenando bienes patrimoniales. Los bolcheviques, en los años
veinte del pasado siglo, cuando mayor era la penuria en Rusia, no se les
ocurrió vender las joyas del Ermitage. En otra escala, y desde luego a una muy
menor, es como si tú das un euro a un menesteroso. Puede que coma ese día, pero
al siguiente tendrá hambre. No se ha solucionado el problema.
Pero son
los políticos los que airean esta faceta.
Sí, los
políticos de segunda línea. Los de primera saben que tiene poca base el
argumento y se lo dejan a los otros, que pueden usa las mentiras de la
demagogia sin peligro, pues de todas formas dependen de los “lametones” que les
den a los jefes…
Pero
Cristo le dijo al joven, en el Evangelio “vende lo que tienes, dalo a los
pobres y sígueme…
Exacto.
Pero Cristo dio la solución al problema del Joven, no la solución al problema
económico. El joven rico, para solucionar su problema moral, para aspirar al
Apostolado como seguidor de Cristo, tenía que desprenderse de sus bienes. San
Antón así lo hizo, pero no solucionó el problema de los pobres en Egipto, ni
siquiera de su localidad, aunque sí su problema espiritual, su problema
personal.
Entonces…
Desde el
punto de vista económico, terrenal, si alguien vende sus bienes, lo que hace en
realidad es traspasar el problema a otro. No es la solución.
Es
decir, que el consumo de los bienes fungibles y no fungibles, es su consumo;
concretamente el del pan, comerlo y el de las obras de arte su exposición para
el consumo “social” del mismo por desarrollo económico en general.
Hay
otros bienes que debemos clasificar como “medio fungibles”: las viviendas. Sí,
hay entre otras necesidades las de la vivienda. Este bien tiene una duración
más larga, más extensa en el tiempo. El ser humano tiene necesidad de ella. Y
una necesidad de primera magnitud que debe satisfacerse con urgencia. Como ves
hay muchas necesidades, en las que metemos absurdamente las que nos creamos y
que no son “necesarias”.
Pero la
principal necesidad, la más urgente salvo la alimentación, es la necesidad de
cultura. El hombre necesita saber, para desarrollarse como ser humano, como ser
social, y por su capacidad intelectual, como necesidad personal. El
conocimiento le dará armas para desenvolverse en la vida, en la sociedad, ser
útil en la comunidad.
¿Tenemos
la solución?
Pues sí
y desde hace muchos años se conoce. No es precisamente la solución de Malthus,
ya criticada por sus contemporáneos, ignorando la capacidad del hombre para
superar crisis y necesidades. Ignorando los medios, los procedimientos, las
políticas… Malthus ignoraba, o no quiso ver las granjas, los cultivos
intensivos, la maquinaria, las técnicas, las habilidades, etc. Malthus no vio
las cadenas de producción, los frigoríficos, las nuevas energías… Malthus no
fue un economista visionario, pero desde luego tampoco fue un poeta.
Hoy
domina la “cultura de la muerte” como se le puede llamar ahora al aborto, a la
eutanasia, a cerrar los ojos. Hoy hay menos hambre que hace siglos, pero sí es
mayor la diferencia entre pobres y ricos. Y los pobres alzan su voz. Ponemos
como solución la destrucción, la muerte, el encogerse de hombros, El destruir
bienes para mantener los precios,…, es la cultura de la muerte.
La
solución es pues, dar la caña de pescar, enseñar a manejarla. Pero nunca dar el
pescado, que lo trabaje, que se las ingenie para conseguirlo. Con palabras
duras, ya San Pablo lo dijo: El que no trabaje, que no coma
Esta
solución es muy concreta, pero tiene sus partes: las necesidades urgentes, a
corto plazo y las necesidades futuras, a largo plazo.
Las
necesidades urgentes, es esa limosna del euro que ya hemos hablado. Son, desde
luego los comedores de la Iglesia, de Caritas para miles de necesitados. Sí, la
Iglesia atiende a estos muchos miles y para ello se necesita Capital. Una gran
parte del “Tesoro” de la Iglesia se va en estas necesidades. Tal vez más allá
de las posibilidades de la propia Iglesia, paliadas con el “voluntariado”, que
también son Iglesia.
Y
tenemos, por otra parte, la solución a largo plazo: los hospitales, las
Iglesias, los Seminarios, las Escuelas, las Universidades, restaurando la salud
de cuerpo y alma por un lado y proveyendo de personas idóneas para conducir la
Sociedad por el camino de la prosperidad, de la felicidad. Sí, queremos la
felicidad en la tierra, ese es el fin de la Iglesia, la felicidad aquí y allá.
Y como
decía don Andrés Manjón, no hay felicidad, no hay paz, si no hay pan. Y no
estoy volviendo al principio. Todas las soluciones son el final de los
problemas.
Antonio
Rosales Fernández
El deporte de competición
según el Papa
Durante la última semana de
septiembre, mientras los escándalos de la natación abrían un vivo debate en España,
el Papa afirmaba que no todo vale para conseguir medallas, porque entonces se
traiciona “el verdadero espíritu del deporte”.
Era una alusión al dopaje, en
presencia de representantes de la Federación Internacional de Medicina
Deportiva. Benedicto XVI recordaba un texto de la Carta a los Corintios, en la
que san Pablo afirma que “los atletas se privan de todo para obtener una corona
que se marchita”, para explicar que el deporte debe servir para el
enriquecimiento moral y espiritual de quienes lo practican.
La victoria a toda costa en el
deporte termina devorando a la persona, igual que sucede en economía con el
afán desmedido de lucro, o con la ciencia privada de referentes morales. El
deporte, como cualquier actividad del hombre, encuentra su verdadero sentido
cuando es un camino de crecimiento para la persona en la totalidad de sus
dimensiones.
Jaume
Catalán Díaz
Parecen prisioneros de
mitos
Es evidente que los drásticos
recortes adoptados en los presupuestos están provocando un creciente malestar
en los sectores sociales afectados. Lo que hace falta es explicar las razones
de estos sacrificios para contribuir al sosiego social y no echar gasolina al
ya caliente clima social, sin aportar alternativas realistas a una crisis que
tiene entre otras raíces el despilfarro de los gobiernos de las dos
legislaturas anteriores. Los sindicatos deberían jugar un importante papel de
cohesión social, defensa de los más débiles y propuestas realistas de
colaboración para que vuelva pronto el crecimiento que hace posible un sistema
de bienestar. Por el contrario parecen prisioneros de mitos ideológicos y
dependencias partidistas que terminarán por desacreditarlos más aún.
Jesús
D Mez Madrid
C/ Can
Pau Birol s/n (Girona)
Sr. Director:
DÉFICIT ÉTICO EN LA ECONOMÍA
El día 11 de mayo fui invitada a la celebración del día de
la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) por una amiga, Mariola Palma,
trabajadora social y profesora de la UMA. Ella fue quien presentó la primera
parte del acto: una interesante conferencia de Miguel Ángel Hurtado que habló
sobre la crisis económica y social que vivimos actualmente, cuyo origen es,
realmente, una crisis financiera. Expuso cómo existe una tendencia predominante
de confiar el mercado financiero a su capacidad de autorregulación, con la
connivencia del poder político. La economía financiera se ha orientado hacia la
especulación en los mercados de valores y, de este modo, la mayor parte de los
beneficios no se obtienen de la producción, que genera empleo, sino especulando
con los más variados elementos, convenientemente manipulados, para comprarlos a
un precio barato y venderlos a un precio mayor. Se ha llegado a lo que se ha
dado en llamar “ingeniería financiera”. El poder político no se ha
responsabilizado de ordenar todo hacia el bien común de los ciudadanos y de las
naciones y esta situación se arrastra desde hace muchos años.
El conferenciante habló sobre la encíclica social de
Benedicto XVI, “Cáritas in veritate”, publicada en junio de 2009, cuando
Occidente se sumía ya en una profunda crisis económica. En su introducción, la
encíclica alude a dos criterios fundamentales: la justicia y el bien común. El
ser humano está por encima de la economía y el primer capital que hay que
salvaguardar, por medio de la justicia, es la misma persona humana. El Papa
arremete contra los excesos del sistema capitalista y reclama una globalización
que tenga en cuenta la condición humana de las personas que forman parte del
mundo de hoy. Expone cómo la codicia y la avaricia financieras, el egoísmo y el
paternalismo colonial reclaman una globalización solidaria, un nuevo orden
económico basado en valores cristianos. Hace ver la necesidad de que exista un
mercado más social y más humano en el que el Estado tenga un papel activo y las
empresas se guíen por la ética y la responsabilidad.
Benedicto XVI, al hablar de la cooperación internacional,
pide a las instituciones sociales y a los organismos internacionales una
“transparencia total” y un respeto profundo por la naturaleza como fuente de
vida y don de Dios. Reclama una mayor “sensibilidad ecológica” y una
“redistribución planetaria de los recursos energéticos.” Expone cómo la crisis
nace de un déficit de ética en las estructuras económicas. Dice: “El riesgo de
nuestro tiempo es que la interdependencia de hecho entre los hombres y los
pueblos no se corresponde con la interacción ética de la conciencia y el
intelecto, de la que pueda resultar un desarrollo realmente
humano.” Al hablar en contra del paro, afirma que todo ser humano tiene
derecho a un trabajo honrado. Significa “un trabajo que, en cualquier sociedad,
sea expresión de la dignidad esencial de todo hombre o mujer.” Se necesita que
los operadores económicos y los agentes políticos no solo estén preparados
profesionalmente sino que, también, tengan una coherencia moral en su acción.
Y la crisis nos obliga a todos a revisar nuestro camino, a
darnos nuevas reglas y a encontrar nuevas fórmulas de compromiso. Hace caer en
la cuenta de que el humanismo que excluye a Dios es un humanismo inhumano.
Afirma Benedicto XVI: “La religión cristiana y las otras religiones pueden
contribuir al desarrollo solamente si Dios tiene un lugar en la esfera pública,
con específica referencia a la dimensión cultural, social, económica y, en
particular, política.” Continúa:”…tanto la exclusión de la religión del ámbito
público como el fundamentalismo religioso impiden el encuentro entre las
personas y su colaboración para el progreso de la humanidad.”
Es muy interesante su llamada a la urgencia de que exista
una verdadera autoridad política mundial que tenga un poder efectivo para
garantizar el desarrollo de la justicia y los derechos humanos en todos los
países.
Carlota Sedeño Martínez
Trabajadora Social
Parecen prisioneros de
mitos
Es evidente que los drásticos
recortes adoptados en los presupuestos están provocando un creciente malestar
en los sectores sociales afectados. Lo que hace falta es explicar las razones
de estos sacrificios para contribuir al sosiego social y no echar gasolina al ya
caliente clima social, sin aportar alternativas realistas a una crisis que
tiene entre otras raíces el despilfarro de los gobiernos de las dos
legislaturas anteriores. Los sindicatos deberían jugar un importante papel de
cohesión social, defensa de los más débiles y propuestas realistas de
colaboración para que vuelva pronto el crecimiento que hace posible un sistema
de bienestar. Por el contrario parecen prisioneros de mitos ideológicos y
dependencias partidistas que terminarán por desacreditarlos más aún.
Jesús
D Mez Madrid
Con motivo del Sínodo y el Año de la Fe.
Al inicio del Sínodo de
Obispos, dijo el Papa: no es “una mera formalidad” si toda cita sinodal se
inicia con la oración, sino una demostración de conciencia del hecho que “la
iniciativa” es siempre de Dios, que nosotros podemos implorarla y que con Dios
la Iglesia puede sólo “cooperar”. Es de aquí que nace el segundo paso, con
aquello que en latín se llama “confessio”, la confesión pública de la propia
fe. Este acto, explicó, es mas que un profesar la fe en Cristo: es una
verdadera y propia “confesión”. Como aquella hecha con valor ante un tribunal,
“ante los ojos del mundo”, si bien sabiendo qué cosa podrá implicar.
La “confessio” tiene necesidad
de un “hábito” que la haga visible. Y he aquí el tercer paso: la “caritas”. O
sea la más grande fuerza que debe arder en el corazón de un cristiano, la llama
con la cual encender a nuestro alrededor el incendio del Evangelio.
Cordialmente
Xus
Xus D
Madrid
El Estado autonómico
muestra carencias
La Transición española optó
por un Estado de las Autonomías como forma de gestionar España. Sin embargo,
las tensiones territoriales y la crisis están moldeando, en la opinión pública,
un nuevo escenario institucional que huye de unas autonomías desmesuradas y
derrochonas, tal vez las pretensiones de algunas la están acelerando. Según la
última encuesta del CIS, el porcentaje de ciudadanos que prefieren un Estado
más centralizado, sin autonomías, aumentó desde el 21,9% del pasado julio al
24,5% de este septiembre. A la vista de las duplicidades y dispendios, pienso
que no les faltan razones para cambiar de opinión.
José
Morales Martín
Palafrugell
(Girona)
LA AYUDA QUE PRESTAN ES
“ESCASA”
El secretario general de
Cáritas en España, Sebastián Mora, ha hecho un llamamiento a todos los
políticos a “encarnarse en la realidad, a sentir la realidad desde el lugar de
los últimos y a escuchar a todos los que trabajan en lo social“con el fin de
que las medidas que se vayan tomando tengan en primer lugar a los “más pobres“.
En una entrevista a RNE, Mora ha manifestado que España vive un momento donde
la ayuda de los partidos políticos es “escasa” ante lo reclama a todos los
partidos la puesta en marcha de medidas, programas y proyectos para evitar “crear
una sociedad donde los más débiles sigan siendo los últimos”. “Una sociedad que
no se compromete con los débiles es una sociedad que acabará no reconociéndose
como sociedad, que acabará perdiéndose y disolviéndose”, ha precisado.
Además, ha señalado que
Cáritas necesita también “manos y corazones que estén cerca de las personas más
pobres, es decir personas que quieran gastar su tiempo, su vida y su corazón en
querer a los que menos tienen; medios y recursos materiales; y por último, que
las personas crean en los más pobres y crean en la labor de Cáritas”.
“Necesitamos personas que sueñen con otro futuro, crean en otro futuro y que
animen a aquellos que están comprometidos en crear otra sociedad, a salir
adelante”, ha apostillado.
Jesús D Mez Madrid
C/ Can Pau Birol s/n (Girona)
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