Con el ruego de su publicación en la Sección de "Cartas
al Director", como artículo de opinión ó bien como colaboración.
NECESARIO DISCURSO DEL PRESIDENTE RAJOY
(De mi puño y tekla)
A nadie
se le oculta que toda la campaña electoral de CiU hasta los próximos
comicios autonómicos, con su líder Arturo Mas a la cabeza, pivotará en torno a
defender la celebración del cacareado referéndum independentista de Cataluña.
Según ciertos miembros del Gobierno, a partir del 25-N la catalanofobia
comenzará a bajar; argumento de dudosa credibilidad, a lo que cabe
añadir la negativa repercusión que está originando el movimiento
secesionista frente a los mercados financieros ante un proceso de ruptura
de España, con lo cual, no solo perderíamos recuperación de confianza
para invertir en nuestro país, sino que se aceleraría la huida de los que
todavía permanecen en España.
El
Gobierno, incomprensiblemente, sigue practicando la política de mirar hacia
otro lado, propia de la estrategia arriolana, consistente en dejar que
transcurra el tiempo, en la confianza de que todo se soluciona por si solo.
Contestar a las casi diarias provocaciones y desafíos de Mas de forma indirecta
y sin concretar, va creando un clima de negativa opinión ciudadana al
comprobar que no se está aplicando un tratamiento adecuado a esta
cuestión; postura altamente desafortunada y de peligrosísimas consecuencias.
La
Generalidad ha gastado a lo largo de estos últimos años muchos millones de
euros de dinero público, fomentando y creando organizaciones donde
inyectar el cisma rupturista en ambientes y espacios públicos a su
alcance. Divulgar hasta el aburrimiento la falaz y despreciable consigna de
“España nos roba” ha sido su pernicioso mantra para mentalizar a los jóvenes
que una vez lograda la independencia, todos sin excepción serán más ricos,
incluidos los cientos de miles de andaluces, extremeños y de otras regiones
españoles trasladados a Cataluña, a los que despectivamente califican como
“charnegos” pero que deben ser involucrados en la causa por necesitar su voto.
Continuar permitiendo que un desdichado político y peor gestor económico,
se permita la osadía, con la aquiescencia de cierto sector de la Iglesia,
de intentar quebrar la unidad de España, es algo que el Gobierno no puede
seguir tolerando. Ante tal estado de cosas, Rajoy debe poner coto a esta
delirante aventura del iluminado líder de CiU, anunciando al país como
procederá el Ejecutivo en caso de que la Generalidad, tras la celebración de
las elecciones, continúe con su deriva secesionista. Permitir que crezca
la confusión ciudadana fomentada por las amenazas separatistas,
solo coadyuvará a que los españoles incrementen sus dudas por la falta de firmeza
y decisión de su presidente e ignorando que les deparará el futuro.
Todo parece indicar que Mas, aprovechando el momento de debilidad acusado
por el el Gobierno, está tratando de poner a prueba la capacidad de
decisión y resistencia de Mariano Rajoy, al que algunos sectores y en voz baja,
califican de cobarde. La retadora maniobra contra el Gobierno de la nación,
parece indicar un descarado intento para tapar y disfrazar su total
inoperancia, apelando de manera chulesca y continuada a la provocación.
El colmo de su idiocia lo alcanza con el comentario de que “Cataluña estará en
la UE junto con el Estado español”. Lo de este “perdonavidas” es inaudito
erigirse ahora como "servidor de una causa histórica"
Sobre la presunta broca del Monarca al presidente del Gobierno, durante el
transcurso del desfile de la Fiesta Nacional, caso de ser cierto, sería lo
último que podría esperarse del Rey, dedicándose a fomentar el desconcierto
entre Jefe de Estado y Gibierno. Si la pretensión de don Juan Carlos era
tratar de mejorar su maltrecha popularidad, habría elegido el peor de los
momentos al igual que el Príncipe Felipe afirmando que “Cataluña no es un
problema”. Declaración que no coincide en absoluto con el vaticinio del
preclaro Ortega y Gasset, pronunciado en 1932 al señalar que "el problema
catalán no tenia solución. Todo lo que podemos hacer esconllevarlo.
Hasta ahora, el presidente Rajoy se ha limitado, aprovechando otros eventos y
en distintas circunstancias, aludir al movimiento independentista catalán,
pero sin anunciar de forma directa a los ciudadanos, desde la tribuna
del Congreso de los Diputados, como actuará el Ejecutivo en caso de que la
Generalidad persista en continuar con su deriva independentista, violando
la Constitución y tratando de destruir la inquebrantable unidad de España.
Por todo ello, Rajoy, deberá dirigirse a los españoles de
forma valiente, clara, concisa, directa, perfectamente
entendible y sin dejar la más mínima oportunidad a interpretaciones
torticeras, ni fisuras por donde atentar contra la legalidad e impidiendo la
celebración de un referéndum tal como se propone y ha anunciado
repetidamente Arturo Mas. En dicha comparecencia deberá quedar también
perfectamente definida la línea de actuación gubernamental en el ámbito interno
y el de las instituciones como la UE y restantes organismos internacionales,
todo ello en función de la gravedad del tema.
Don Mariano debe abandona esa postura de tibieza que en ocasiones disfraza de
prudencia y pronunciar el discurso de su vida. Medios humanos, léase asesores,
para colaborar en su elaboración no le faltan. El nefasto estado de
nuestras cuentas lo conoce mejor que nadie y permitir que se siga
diezmando el número de empresas, solo conducirá a incrementar
la terrible cifra de paro. Algo que no cesará hasta que no fluya el
crédito a empresas y particulares, cuya única solución solo vendrá de la mano
del “rescate”. Todo este desastre los están padeciendo los españoles,
soportando una presión fiscal jamás conocida, pero que encima tengamos
que aguantar las bravuconeadas del líder de un partido político
que predica el independentismo como solución ya es demasiado, con lo cual
se impone cortar de raíz tales diatribas. Que dicho partido, además, se permita
el lujo de marcar los tiempos políticos de la nación, eso que ahora tan
absurdamente llaman “hoja de ruta” tampoco es de recibo. Piénselo presidente,
pero posiblemente no quede ya otra solución que pasar a la acción inmediata y
lo que no nos sobra es tiempo....
Atentamente.
José-Tomás Cruz Varela
No hay comentarios:
Publicar un comentario