El presidente del Consejo de Conferencias Episcopales Europeas (CCEE) ha advertido de la situación económica de “muchos países europeos”, marcada “por una grave crisis”, cosa que provoca “consecuencias muy serias para al vida de la sociedad y del individuo”, y ha destacado que “es todavía más profunda e insidiosa la crisis ética y antropológica que se anida especialmente en la vida de las familias, en las estructuras educativas y en los medios de comunicación”.
Además, pienso yo que también en la sociedad europea existen casos de discriminación religiosa, aunque los casos de persecución no sean tan clamorosos como en otros continentes.
En este sentido, cabe recordar, con el presidente del CCEE, que el mundo de hoy es un contexto “muy secularizado y paradójicamente, sediento de Dios y de sentido de la vida” por lo que se debería poder responder a la pregunta ¿“cómo hacer para llevar el anuncio de Cristo a quien parece que no está interesado”?
JD Mez Madrid
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