jueves, 9 de febrero de 2012

Spanair y los políticos

El fracaso de Spanair demuestra que mezclar la política con los negocios causa la ruina de éstos y desprestigia al político. Apadrinada por la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona como la compañía de bandera del nacionalismo catalán, la empresa pretendió hacerse un hueco en el mercado a golpe de cuantiosas subvenciones y ayudas oficiales. De nada sirvieron, al parecer, y las pérdidas millonarias se han acumulado en los tres últimos años, lo que ahuyentó a posibles inversores. Spanair apaga motores víctima de unos gobernantes de bajo vuelo que han pretendido poner sus ideas por encima del mercado. Otro desastroso fruta más del tripartito catalán.


JD Mez Madrid

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