“No juegues con las drogas” es
el eslogan de la última campaña publicitaria para el medio Internet. Forma
parte de la estrategia antidroga del Home Office británico y el Departamento de
Salud de Londres. Pretende ayudar a la gente joven y a sus familiares a
mantenerse informados sobre el daño que pueden causar las drogas.
La Fundación de Ayuda contra la
Drogadicción (FAD) ha
divulgado una campaña para prevenir las secuelas del derroche de la cocaína
bajo el lema: “60 por ciento mas de sufrimiento”. Se
está luchando por la vida que es sagrada y nadie ni nada debe atentar contra
ella. La droga es la muerte, la inmolación de millones de seres ingenuos, en
aras de uno de los más sucios y terribles negocios que ha conocido la
humanidad. Luchar contra la droga; con una educación adecuada, con una menor
permisividad, con un mayor respeto a la persona, con el ofrecimiento a la
juventud de una perspectiva vital.
El consumo de estupefacientes produce un deterioro
físico y psíquico que transforma el paraíso de unos instantes en un prolongado
e insoportable infierno. La droga es un camino de ida, sin retorno.
También se ha divulgado otra
campaña bajo el eslogan “Todo
tiene un precio”. Busca concienciar sobre la presencia de las drogas
en la sociedad. La idea creativa descansa sobre la idea de que: “Lo más
peligroso de las drogas es olvidarnos de lo que realmente son”.
La población compradora está
entre los 15 y 64 años. La droga se
trajina en un entorno marginal de indigencia. Son más de mil chamizos en los
que residen otros tantos clanes que vegetan en situaciones quebradizas. Una
humanidad aparte es la que brota en sus ajados moradores. Con el estigma que
provoca la droga, la fijeza hueca, y apenas sin mantenerse firmes, se mueven
amasando jeringuillas usadas.
Las
ganancias del mercado
de las drogas ha conseguido grandes cifras provenientes de los más de
tres miles drogadictos que aparecen en los chiringuitos de transacción
Los adolescentes juzgan que la
droga más grave es la cocaína, seguida
de las píldoras y el cannabis. Asimismo opinan sobre las ganancias de la
dilapidación de estimulantes. El 89% de los muchachos juzgan que no gratifica
nada el derroche de pastillas, el 87,1% opina lo mismo de la cocaína, el 70,8%
del cannabis. Los dos enigmas básicos son de carácter relacional, peleas con
los allegados: un 16% y de violencia un 14,2%. Les siguen los atropellos, con
un 11,7%, y los aprietos mentales, el 10,4%.
La batalla contra el comercio y
el derroche de narcóticos. La voluntad de paralizar esta dañina espada de Damócles para el
tejido social, que origina el delito, la crueldad y favorece la devastación
física y emocional de muchas personas, requiere un compromiso político, una
colaboración mundial y la ayuda de todos.
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