viernes, 29 de marzo de 2013

Ha concluido un pontificado. Una condición previa para la paz


“Bienaventurados los que trabajan por la paz”. Fue el Mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Paz 2013, presentado en la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Pasando revista a los diversos ámbitos humanos en los que trabajar por la paz es posible, es un derecho y un deber. “Una condición previa para la paz, destacaba el entonces Papa en el mensaje, es el desmantelamiento de la dictadura del relativismo moral y del presupuesto de una moral totalmente autónoma, que cierra las puertas al reconocimiento de la imprescindible ley moral natural inscrita por Dios en la conciencia de cada hombre”.

El mensaje empezaba señalando que “cada año trae consigo la esperanza de un mundo mejor”. Y pedía a Dios, “Padre de la humanidad, que nos conceda la concordia y la paz, para que se puedan cumplir las aspiraciones de una vida próspera y feliz para todos”. Pienso que es bueno señalar la conveniencia del desmantelamiento de la dictadura del relativismo como condición previa para conseguir la paz.




Suso do Madrid

jueves, 21 de marzo de 2013

¿1.700 años de libertad religiosa?


El pasado mes de febrero se han cumplido 1.700 años del Edicto de Milán. El Edicto marcó el futuro del cristianismo, del imperio y de muchos futuros reinos y democracias actuales. No obstante, durante la revolución francesa o bajo los regímenes socialistas del siglo XX se han vuelto a producir persecuciones contra los cristianos aún más crueles que las de Diocleciano y Nerón. También en las modernas democracias hay preocupantes intentos de limitar la libertad religiosa, cuando se pone en tela de juicio la actuación política de una persona por sus convicciones religiosas, como cuando se niega el derecho a la objeción de conciencia, o cuando el Estado adopta posiciones ideológicas beligerantemente laicistas, pretendiendo erradicar del espacio público cualquier manifestación de la fe de los ciudadanos. 17 siglos después del Edicto de Milán es habitual todavía una concepción sesgada de la libertad religiosa como simple libertad de culto, olvidando que la libertad religiosa consiste también en poder vivir y trabajar por el bien común conforme a la propia fe, en privado y en la vida pública.

Jaume Catalán Díaz

lunes, 18 de marzo de 2013

Una brújula segura para el Año de la Fe


En el Sínodo de los Obispos, convocado por el entonces Papa, Benedicto XVI, en el pórtico del Año de la Fe para impulsar la nueva evangelización, los padres sinodales pusieron en común sus experiencias con el objetivo de encontrar nuevos modos para la transmisión de la fe. Sus contextos son muy diversos pero la situación no es hoy sencilla para la Iglesia en ningún continente: desde la persecución abierta en muchos países, a la fuerte secularización en Europa. A esto hay que añadir el alejamiento de Dios de muchos bautizados y la crisis que amenaza de una forma u otra a las familias, las transmisoras por excelencia de la fe. Visto así, el diagnóstico parece sombrío, pero el Mensaje al Pueblo de Dios que lanzaron los obispos es todo menos pesimista.


Valentín Abelenda Carrillo

Las consecuencias de incumplir la ley


No se puede mantener por más tiempo una situación en Cataluña en la que se da carta de naturaleza a la vulneración de la ley por temor a afrontar el coste político de defenderla eficazmente. Lo que ha ocurrido en estos últimos años es lamentable y tiene graves consecuencias, entre otras la quiebra de ese valor moral indispensable para la convivencia que es el respeto a la ley. De la firmeza que demuestre ahora el Estado para mantener este principio en una situación límite, va a depender no solo el futuro de España como nación, sino el sentido mismo que los ciudadanos den a la democracia y a la libertad. Hacer cumplir la ley no significa obcecación ni rigidez, es más bien un límite a la arbitrariedad y el abuso de poder, la garantía de la libertad y la convivencia entre todos.

Cordialmente
Xus

La principal misión


Acompañado por las oraciones de millones de fieles en todo el mundo, se reunió en la tarde del pasado día 12 de marzo en la Capilla Sextina el Cónclave de los 115 cardenales que eligieron al sucesor 266 de San Pedro. Los medios de comunicación se habían vaciado en conjeturas sobre quien será el elegido, como si asistiéramos a una especie de batalla electoral de corte político que nada tiene que ver con la realidad de este acontecimiento eclesial de carácter esencialmente espiritual, los candidatos decían cuando en realidad nadie había presentado su candidatura, los hechos han demostrado que todo ello solo eran conjeturas. Lo único que importaba a los cardenales electorales, era poner las llaves de San Pedro en las manos adecuadas. La renuncia de Benedicto XVI, que tanto ha conmocionado a la cristiandad, ha venido a poner de relieve, precisamente, la inmensa responsabilidad, de por sí sobrehumana, que recae sobre las espaldas de un Papa cuya principal misión es la de orientar el camino religioso, espiritual y moral de la comunidad de creyentes más numerosa y difundida por todos los continentes.
La incesante obra a nivel mundial


Una vez conocido el nombre (Francisco I) y la personalidad del nuevo Papa, unidos en la caridad, los católicos de todo el mundo debemos rezar con particular intensidad en estos días, para que pueda continuar esa incesante obra a nivel mundial, al servicio de los hombres de este tiempo concreto, con la prioridad de prestarles el servicio más alto posible, que consiste en ofrecerles la luz del Evangelio y la fuerza de la gracia de Dios. Esa es la tarea fundamental del Papa y que en modo alguno ha de ser un superhombre, al modo que pareciera dibujarse en ciertos perfiles que estos días hemos visto en los medios de comunicación. Tan sólo ha de ser un hombre cautivado, como Pedro, por el amor a Cristo y a los hombres y mujeres de esta época.


Suso do Madrid

domingo, 17 de marzo de 2013

“Los Simpson”,“South Park” o “Padre de Familia”, explotan la animación para urdir sátira social maliciosa


Para los chavales ninguna nueva tecnología pugna con la televisión, que se ha transformado en su cómplice de esparcimientos, distracción y contento. Ni consolas, ni videojuegos, ni teléfono móvil.
Televisión infantil
Si las nuevas tecnologías son tan importantes en el desarrollo de los críos, ¿nos cercioramos los progenitores del tiempo que destinan los retoños a la televisión? ¿sabemos los padres los contenidos que visionan? ¿las cadenas televisivas viven las franjas horarias que salvaguardan al chaval? Los chiquillos destinan excesivo tiempo a la tele, más de dos horas al día, entre los 4 y 14 años. Visionan series y dibujos animados para todos los públicos y en horario prohibido.
“No es necesario poner dibujos animados, ni abandonar a los niños delante de la pantalla para entretenerlos, para que no molesten o descansen. Hay otras alternativas; paseos, el parque, libros, cuentos o juegos”, afirma Ruth Gutiérrez, directora del departamento de Cultura y Comunicación Audiovisual de la Universidad de Navarra.
Un estudio de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC) ejecutado para el Defensor del Menor, desvela que el enorme derroche televisivo de los críos se origina entre las diez y las doce de la noche, una parrilla sin ningún tipo de limitación que está fuera de la protección legal de los chavales.
Para el presidente de AUC Magazines: “La parrilla de la programación está mal organizada desde el punto de vista pedagógico y por segmentos de edad”. Se lamenta de que en pocos minutos se pasa de un evento escogido para pequeños de 5 y 6 años a otro encaminado a chiquillos de 12 a 13 años.
“Los niños más pequeños acaban reproduciendo hábitos, estilos de vida, relaciones, tipo de música y modos que no les corresponde a su edad”.
Se trata de una estrategia de marketing, afirman desde la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos (Ceapa). “El niño se vuelve caprichoso, pierde el control de lo que quiere. Por eso es menos consciente de la realidad e intenta vivir más la ficción. Los niños imitan lo que ven en la tele, creyendo que eso que están reproduciendo es normal”.
Otras productos como; “Los Simpson” “South Park” o “Padre de Familia”, explotan la chispa de la animación para urdir sátira social maliciosa, enfilada a los mayores.
“Los cuentos clásicos también tienen una expresión del mal, enseñan temor y miedo a la bruja, al lobo. Blancanieves no está excluida de violencia. Están basados en que en el mundo hay peligros y que el niño tiene que confiar en los padres y en la familia. Sin embargo, los cuentos ayudan a los padres a explicar a los hijos lo que no pueden explicarles si no es con la ayuda de un relato”, sostiene la profesora Ruth Gutiérrez.
Clemente Ferrer

El tono humano de los cardenales


Pese a lo extraño que parezca, por inhabitual, no deja de ofrecer una agradable nota de color, la naturalidad con la que han actuado algunos cardenales, en días de tanta tensión eclesial, por ejemplo que el cardenal Philliphe Barbarin, arzobispo de Lyon, se acercó al Vaticano pedaleando tranquilamente en su bicicleta y las sonrisas, con sabor a fútbol, que despertaron algunos cardenales cuando cayeron en la cuenta de que, encerrados ya en el cónclave, se perderían la cita del Barça con el Milán en la Liga de Campeones. Sin caer en lo vulgar, conviene que la jerarquía muestre de vez en cuando estos detalles de cercanía al resto de sus fieles. No en las cosas importantes, como redefinir la liturgia o 'adaptar' la doctrina. Pero en lo accesorio, este punto de sencillez habrá arrancado más de una sonrisa y un sentimiento de calidez en muchos católicos de a pie. Para los que piensan que le resta dignidad al cargo, no hay que ser más papistas que el Papa.



Lluis Esquena Romaguera